Titulares

SAGRADOS TITULARES

Santísimo Cristo de la Exaltación
 
La talla del Cristo de la Exaltación es obra del imaginero gaditano Luis González Rey. Se trata de un Cristo vivo. Fue bendecida el Viernes de Dolores de 1991. Es un Crucificado que mantiene la tipología iconográfica barroca, pero ofreciendo también variantes, como el paño de pureza, de gran dinamismo y muy original en su composición, o la forma de disponer los clavos de las manos, que penetran por la muñeca, confiriendo a la talla un aspecto de impactante realismo.
La cruz es arbórea, la talló Francisco Pinto Berraquero y fue reformada por el autor de la imagen actual, Luis González Rey, el mismo año de 1991.

 
La talla de la imagen de Cristo anterior, que estaba muy deteriorada, fue realizada por el escultor sordomudo Vicente López López, en el taller Belloso, S.A. (Zaragoza), teniendo todas las características de la imaginería de principios del siglo XX. Esta imagen ha sido recuperada recientemente por la hermandad situándose la misma en la sala capitular de la casa de hermandad. 

Maria Santísima de la Concepción Coronada 

La dolorosa fue realizada por el imaginero jerezano Manuel Prieto Fernández, por encargo de la Junta de Gobierno en 1959, cuando contaba el artista con 21 años. Es una Virgen-Niña, con una expresión apenada que mueve a compasión, porque trasluce un dolor infantil. Recuerda el concepto estético de las populares Vírgenes-Niñas de Murillo. Es una idealización de la Madre de Dios. Esta Dolorosa fue entregada a la Hermandad en mayo de 1959. Estuvo expuesta en el escaparate de una tienda de muebles durante dos meses, siendo bendecida el 29 de julio de ese citado año. Se veneraba en la Parroquia de las Viñas desde el 11 de agosto de 1961. Hizo su primera estación de penitencia en la Semana Santa de 1963. En 1968, el párroco de las Viñas, Don Fernando Rueda Cantarero, la coronó parroquialmente solemnemente el día de la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre. Y ese mismo día pero 36 años más tarde, es decir, el 8 de diciembre de 2004, el Obispo de la Diócesis de Asidonia Jerez, Don Juan del Río Martín la coronó Canónicamente, además de recibir ese mismo día la imposición de la Medalla de Oro de la Ciudad de Jerez de la Frontera.
Fue restaurada en 1976 por José Guerra Carretero.
Sus rasgos son de una gran delicadeza, con ojos enormes y expresivos. Impacta al espectador la juventud de la Madre , apartándose del realismo tan propio de la estética andaluza pasionista, pero encuadrable ese idealismo en la devoción de nuestro pueblo, que busca representar a la Madre de Dios dotándola de una belleza por encima de los mortales.